Inglaterra, impresiones de un País.
LondresLa Ciudad
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Agosto
2.011Haz clic en una imagen para ampliarla.
Estamos impactados de ver la cantidad de miles de personas que abarrotan todo,
el metro, el centro, las miles y miles de tiendas, los museos, haciendo colas
para los miles de restaurantes de todas las zonas, los mercadillos famosos de
antigüedades, los de cosas raras, etc. y gentes de todas las razas ¡esto es otro
mundo! muy difícil de imaginar desde el punto de vista de vida y del económico,
son riadas de personas, como en Semana Santa, pero por todos, absolutamente
todos los lugares.
Bueno, no quiero
ser reiterativo, pero estoy viendo en la TV la que tienen liada, tirando bidones
a la policía o entrando a las casas para saquearlas, están ardiendo casas
enteras y se están enfrentando directamente, a las fuerzas de seguridad, pero
hay mucho policía hasta con helicópteros, espero que sean suficientes!
En el
mediodía, paseamos por las grandes y conocidas calles de Regent y Oxfort street,
plagadas de grandes edificio de gran porte, muchos con columnas majestuosas,
otros con llamativas cúpulas o grandes esculturas que los coronan para hacerlos
sobresalir sobre sus colindantes.
El tráfico es muy intenso, plagado de
rojos autobuses de dos plantas que casi hacen juego con algunas cabinas
telefónicas al viejo estilo.
Las calles están
llenas de gentes en todas las direcciones, no son grupos desplazándose, sino una
riada continua que se mueven en todos los sentidos, llenando las tiendas y los
restaurantes, haciéndonos pensar que todo el mundo se ha congregado en el mismo
sitio, pero comprobamos que no es así, sino que todos los sitios están
concurridos como si de alguna fiesta se tratara.
Hemos visitado un interesante mercado, con estructura metálica, donde había un puesto dedicado a cocina y productos españoles, son muy apreciados por los ingleses.
A la salida, nos ofrecieron gratuitamente, unas latas de refresco con diseños exclusivos que guardamos para la colección, aunque dos de ellas vacías, pues el calor y el esfuerzo nos hacía tener necesidad de reponer líquidos.
No nos resistimos a visitar un restaurante libanés, muy bien montado, y con muchas especialidades entre las que escogimos el cordero a la brasa, muy especiado, y acompañado de picantes salsas que realzaban el sabor. Una rosa sonriente nos acompañó la comida.
Hoy lo hemos aprovechado bien también, y hemos
recorrido kilómetros con el metro y los autobuses, incluso en uno de los
antiguos que es el que esta en la foto, toda una reliquia, con cobrador que te
dice de viva voz las paradas, con acceso trasero a la planta baja y alta, y
freno de mano de manilla.
Tras el almuerzo, a unos metros de nosotros vimos pasar una silueta de un personaje muy conocido, femenino y de la realeza, que se dirigió a su coche y partió. Pudimos hacer un par de fotos de recuerdo. Seguidamente, continuamos nuestra visita, bajando y subiendo larguísimas escaleras del metro para desplazarnos a nuestro próximo punto de destino.
Así sentí Londres
AUTOR: José Enrique González