Suiza, Impresiones de un Pais. Interlaken y Trummelbachfalle
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AUTOR: José Enrique González (www.JoseEnriqueGonzalez.com)
Agosto 2.013
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Esta ciudad es una comuna suiza, perteneciente al cantón de Berna, se encuentra situada en la Suiza Central, próxima a los Alpes y atravesada por el río Aar.
Es un punto
interesante para centrar los distintos
recorridos por las inmediaciones, aunque la principal atracción sigue siendo la
montaña de eternas nieves con su pico Jungfrau con sus 4.158 metros de altura.
En una de nuestras paradas para relajarnos contemplando el sereno paisaje de los lagos y las montañas, coincidimos con un coche de Google Maps!
Las calles, los edificios y todo en general, está cuidado al extremo, con flores por todos sitios y, cuando se mira hacia las cumbres nevadas, parece que uno es participe de una postal, florida y colorista.
Las innumerables cataratas brillan en las montañas, algunas tan altas que calculamos unos 300 metros.
CATARATAS DE TRUMMELBACH.-
Su nombre proviene de la palabra
traducida "trueno" por el estruendo que en su caída, produce el agua del deshilo
y los trozos de rocas que se desprendían para
horadar la montaña en busca de la salida
natural del agua.
Estas cataratas están formadas por el
deshielo de tres glaciares provenientes de tres montañas próximas que rondan los
4.000 metros cada una, cuyo conjunto forma parte del patrimonio de
la UNESCO.
El acceso se realiza mediante escaleras
talladas en la roca para acceder a un funicular que se desliza por dentro de la
montaña, en un ascenso de mas de 100 metros. A partir de este punto
los desplazamientos son por mas
escaleras.
El volumen de agua es impresionante, pues
circulan 20.000 litros por segundo, arrastrando con ellos otros 20.000 toneladas
de detritos.
En nuestra visita contemplamos 10 saltos
desde distintos puntos de vista conectados por escaleras talladas en la roca,
algunas interiores, donde dado la humedad y la corriente de aire,
la temperatura baja mas de lo deseable, y
otros tramos que se sitúan en el exterior.
El ruido es ensordecedor, las
salpicaduras son frecuentes y el espectáculo sobrecogedor por su grandiosidad,
estruendo y volumen constante de agua tallando en su camino, la montaña.
Así sentí Interlaken
AUTOR: José Enrique González